Con
la “excusa” de recopilar instantáneas e información para un trabajo del máster que estoy realizando, ayer fui a (re)visitar uno de los Zara de esta nueva
ciudad desde la que escribo, Salamanca.
Los
lectores del blog que seáis de esta zona seguro que sabéis a que tienda me
refiero, pero para aquellos que no la conozcan
(que seguro que es la mayoría) en este nuevo post quiero enseñároslo. Un
post ilustrado con imágenes de cosecha propia, como se suele decir, así que
disculpad si la calidad de las fotografías no es las habitual del blog… soy
solo una fotógrafa aficionada.
La
tienda Zara de la que hablo se sitúa en la Plaza del Liceo de la popular calle
Toro de Salamanca, calle conocida por la gran diversidad de comercios de moda y
complementos, el pequeño paraíso salmantino de los adictos al “shopping”.
Es
conocido que Zara suele buscar para la ubicación de sus tiendas lugares o
edificios emblemáticos de las ciudades donde se implanta. Esta política de
recuperación de inmuebles gracias a este grupo textil se puede ver en todo el
mundo con casos como el Zara de Poitiers en Francia, el de Elche en el antiguo
cine Capitolio, el de Cartagena, el de la Gran Vía madrileña, el del Mercado de
San Martín de San Sebastián o del impresionante Palazzo Bocconi en Italia (ver
artículo aquí).
En
el caso salmantino, Zara se ubica en el antiguo convento franciscano de San
Antonio el Real, construido en 1745 por Fr. Francisco de la Visitación y declarado Bien de Interés
Cultural en 1997.
Construcción que en el siglo XIX había sido usado como edificio de viviendas y
cuyos bajos en el siglo XX se destinaron a oficina bancaria.
Consumismo
e historia se fusiona en esta tienda cuyo proyecto de rehabilitación fue
realizado por la española Sonia Vázquez. Rehabilitación que denota la
importancia que para el comercio tiene el turismo, pues si el local donde se
ubica un establecimiento forma parte del patrimonio cultural de la ciudad, la
visita es entonces de obligado cumplimiento y se amplía el perfil de visitantes
de la tienda.
Y
así, como se publicó en el diario El mundo “Los blazers se codean con los
vestidos vaporosos de la temporada mientras, al fondo, emerge impertérrito el
crucero de la iglesia barroca que un día fue. Más llamativos aún resultan los
probadores, ocultos entre los muros del ex convento de San Antonio el Real.
Pero lo que más impresiona es la enorme cúpula de 22 metros que corona el
edificio, cuya estructura original se ha mantenido en toda regla […]”
“[…] El local, dividido en cuatro
alturas, está separado por cristales de los muros originales del edificio para
así protegerlo. La estructura de vidrio y acero no desentona con el aire
barroco del lugar, mérito del equipo encargado del proyecto. No en vano, las obras
duraron más de ocho años […]”
(Artículo “De compras en Nuestra Señora de Zara”, artículo de Isabel García
para El Mundo).
A
mi humilde juicio, un buen ejemplo de rehabilitación y recuperación de
edificios históricos adaptados a la vida y al diseño contemporáneos. ¿Qué puede
se puede discrepar sobre el hecho de que un edificio declarado BIC sea
explotado por una empresa privada? Claro que sí, pero ¿sería una rehabilitación
tan sonada y visitada si alojara un establecimiento de otro uso? Opinen queridos
lectores.
¡Hasta el próximo post!
_vero
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3 comentarios:
Eres una artista Vero¡¡¡¡ Yo te llevare a Cartagena para que visites su Zara :)
Si la rehabilitación hubiera sido en forma de museo o biblioteca probablente no recibiría el mismo número de visitantes, aunque puede que mucha gente no se fije en la belleza de la arquitectura si delante tiene unos trapitos maravillosos que acaparan toda su atención. En cualquier caso yo no veo nada malo en rehabilitar un edificio para fines comerciales, lo triste sería tenerlo derruído, además un comercio queda abierto al público compres o no compres.
Magnífica ciudad Salamanca, Vero tienes que poner el interior de algunos pubs que los hay alucinantes. Un saludo, Mamen.
de nada! me ha encantado los coments de las pelis!
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